The last station
Ayer Eliézer y yo vimos esta hermosa película que en lo particular me conmovió hasta las lágrimas(me gusta llorar en el cine). La increíble interpretación de Helen Mirren (can’t really be called overacting. It’s something bigger: emotional action painting, maybe, or symphonic installation art/ The Boston globe) hace que esta película se salga de sí misma y que de pronto la vida de Tolstoy sea un mero accesorio para la verdadera trama. Por supuesto, va más allá de ser una narrativa histórica. Ya con esto le perdono a Mirren las cochinadas que hizo en Calígula, : )