jueves, agosto 05, 2004

Tengo un pasado filantrópico. De buenas intenciones y radicalismos chic.
Pero ya no me conmueve la humanidad. Ahora sólo creo en poderes superficiales como la literatura y el arte en general.
En la medida en que la literatura y el arte me parecen más atractivos he perdido la sensibilidad por las nobles causas.
No más Che, Marcos, Cárdenas, ni marchas públicas de silencios o de protestas.
Creo en el hedonismo. Admiro a Freud por descubrir esas cosas oscuras dentro del ser humano.
Admiro a Quim Monzó por ser catalán pero también por ser un ironista de la adultez.
Me experimento. He pasado por una edad, lo se y nada más me duele el cambio físico. La juventud, con su ímpetu, su arrojo, su apasionamiento, su sexo desinhibido, está dándome los últimos adioses.

Me experimento.

Adulta.

martes, agosto 03, 2004

No!
mi adicción por Quim Monzó es irremediable, tanto que satura mi tarjeta de crédito...
He enloquecido.